Llegada de Esclavos Africanos a Puerto Rico
- Histopedia de Puerto Rico
- 20 nov 2020
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Actualizado: 16 jul 2023
LLEGADA DE ESCLAVOS AFRICANOS
A PUERTO RICO
Africa
La práctica de comercializar con esclavos proviene de hace siglos. Es de conocimiento general que desde las dinastÃas de los egipcios se practicaba la esclavitud con los pueblos menos desarrollados. Recordemos la historia de José en la Biblia. El hijo de Jacob fue vendido por sus hermanos a unos mercaderes que iban a Egipto.
"Y como pasaban los Midianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y trajéronle arriba, y le vendieron a los Ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto." (Génesis 37:28)
La práctica de comercializar con esclavos proviene de hace siglos. Es de conocimiento general que desde las dinastÃas de los egipcios se practicaba la esclavitud con los pueblos menos desarrollados. Recordemos la historia de José en la Biblia. El hijo de Jacob fue vendido por sus hermanos a unos mercaderes que iban a Egipto.Esta práctica continuó a través de los años entre los reinos africanos, utilizando prisioneros de guerra, y se expandió por todo el continente para hacer el trabajo de agricultura y la minerÃa (extracción de oro y diamantes, entre otros).
Los Reinos de Ghana, Mali y Shongai, estaban cerca de un yacimiento de oro, por lo que sus habitantes comerciaban con el metal precioso y con la venta de esclavos a los árabes. El Reino del Congo, estaba localizado en la costa del Atlántico, pero también comercializaba con esclavos. Los intercambiaban por telas, armas, metales y otros artÃculos.
Entre los primeros mercaderes de Europa que llegaron a la costa occidental de Africa en busca de oro, estaban los portugueses. Estos arribaron en el año 1444. Allà vieron la oportunidad de comerciar con el trafico de esclavos, por la necesidad de mano de obra para sus empresas agrÃcolas, entre otras cosas. Y ya para 1482, fue más frecuente el comercio de esclavos africanos entre ambos continentes.

Europa
Según los historiadores, el azúcar fue introducida a Europa por los árabes, a través del comercio mediterráneo. Previamente, en Europa se utilizaba miel, clavos y canela para endulzar las comidas.
Viendo el éxito que podÃa tener esta especia, los venecianos comenzaron la industria azucarera con la siembra de caña en la isla griega de Creta, asà como otras islas cercanas. Luego, los genoveses introdujeron el cultivo a Sicilia e Islas Canarias, dejando grandes ganancias a cultivadores y traficantes.
Por su parte, los portugueses perfeccionaron sus técnicas de elaboración, pero requerÃan mano de obra para desarrollar la industria. Al mismo tiempo, habÃan comenzado con las expediciones a las costas de Africa en busca de metales preciosos, como el oro y el diamante, y se relacionaron con el comercio de esclavos que ya se practicaba entre los reinos de Africa. Asà que comenzaron a traer negros esclavos de este continente para trabajar en sus haciendas.
Fueron los portugueses unos de los primeros que comenzaron con el tráfico de esclavos africanos a Europa. Recordemos que en el Tratado de Alcaçovas, firmado el 4 de septiembre de 1479 (o en el de Trujillo, que fue ratificado), se estipularon entre otras cosas los lÃmites de navegación que iban a tener con el Reino de Castilla y Aragón, donde se acordó que las naves castellanas no podÃan pasar el Cabo Bojador hacia el sur del Atlántico, y eran los portugueses quienes podÃan viajar por las costas de Africa.
(Ver más información sobre el Tratado de Alcaçovas. en la página de Bulas Alejandrinas en el siguientte enlace:)
Al principio, los africanos fueron comprados, pero la demanda fue tan grande que los europeos comenzaron a planificar viajes de cacerÃa a Africa para capturarlos. Algunos de ellos, inclusive, eran prÃncipes o guerreros de sus reinos.

Los africanos eran revisados y clasificados como se hace con los animales. Verificaban sus músculos, su estatura, sus dientes, etcétera. Los más fuertes los utilizaban para tareas de construcción y agricultura, y las mujeres para las tareas domésticas, asà como para cuidar a los niños.
Hacia finales del Siglo XV, habÃa tantos negros y mulatos (ya fueran esclavos o lIbres) en Sevilla, que se hizo necesario nombrarles un juez de la misma raza para que entendiera y manejara sus asuntos legales.
América
Cristóbal Colón llega al Nuevo Mundo en 1492, y a Puerto Rico en 1493. Ocho años después, en 1501, el Rey Fernando, quien en ese momento tenÃa el monopolio del tráfico de esclavos africanos en Europa, autorizó a particulares que obtenÃan concesiones de la Corona, a enviar esclavos a Las Indias. Por eso, en el 1502, el Gobernador de las Indias, Nicolás de Ovando, pudo llevar a La Española esclavos africanos para el servicio doméstico. Ya en 1505, se embarcaron 17 esclavos a Sevilla para, desde allÃ, enviarlos a trabajar a las minas que habÃan preparado en Las Indias.
Generalmente, el rapto o la compra de los negros bozales, se realizaba en el Golfo de Guinea, y desde allà eran transportados en barcos negreros hasta el área del Caribe, dando origen a un "productivo negocio" que siempre estuvo en manos de portugueses, holandeses e ingleses.

Antes de partir el barco, los apiñaban en espacios pequeños donde las enfermedades se propagaban rápidamente a causa del hacinamiento y la falta de higiene. Luego, los que lograban sobrevivir, eran amontonados bajo las cubiertas de los barcos para hacer el viaje al Nuevo Mundo. Allà acomodaban de quinientos a mil africanos, y a veces hasta 1,200. El viaje podÃa durar seis semanas, en las que no comÃan bien, casà no podÃan moverse, y no veÃan la luz del sol.
Ya en Las Indias, el trato hacia éstos no se diferenció del que recibÃan en Europa. Y, aunque se habÃa legislado para que obtuvieran ciertos derechos (hasta llegar a comprar su libertad), eran explotados, hasta el punto de hacerlos sentir como animales.
Para evitar el contrabando, y justificar la introducción legal de los esclavos, se les hacÃa una marca con hierro caliente a la que llamaban el carimbo. Todo esclavo que no tenÃa la marca oficial, se confiscaba y se vendÃa en almoneda pública para beneficio de la Real Hacienda.
En 1510, el Rey Fernando ordenó que se enviaran 50 esclavos africanos a trabajar en las minas de La Española, y 50 para venderlos. Y fue Vicente Yáñez Pinzón quien los cargó en Sevilla con este destino. Los mismos habÃan sido comprados en Lisboa.

En 1512, Fray Bartolomé de las Casas sugirió sustituir las labores de los taÃnos por manos de esclavos africanos, pero el Cardenal Cisneros rechazó esta idea.
En 1513, se autorizó la introducción general de esclavos africanos a las Indias, y la Casa de Contratación en Sevilla fijó un derecho de dos ducados por cada negro que se introdujese de España.
En 1516, el Cardenal Cisneros prohibió la exportación de esclavos africanos de España. Sin embargo, la luchas que continuaba tanto Fray Bartolomé de las Casas como Fray Antonio de Montesinos a favor de la liberación de los taÃnos, hizo que no hubiera quién trabajara en las minas y las tierras, y se tuvo que admitir nuevamente la entrada de esclavos africanos a Las Indias.
En 1518, el Rey Carlos V otorgó a un ayudante (el caballero flamenco Lorenzo Garrebod) el derecho de remitir 4,000 esclavos africanos, pero Garrebod vendió su concesión a unos mercaderes de Génova. y desde ese mismo año, el tráfico de esclavos se entregó a compañÃas que administraban este monopolio.
Puerto Rico
El primer registro que pudimos encontrar sobre la entrada de esclavos africanos a Puerto Rico, data de 1510. Este año se le concedió permiso a Micer Gerón de Bruselas para llevar dos esclavos de España para su servicio "en la Isla de San Juan Bautista". Asà mismo, en 1512, se le concedió permiso a Antonio Cedeño.
Para 1520, comienza a decaer la exportación de oro en Puerto Rico y se buscan otras alternativas económicas fuera de la minerÃa. AsÃ, comenzaron con la idea de traer la industria azucarera ya que en La Española habÃan tenido éxito este negocio. Tanto fue el mismo, que hizo que se desatara una competencia para obtener mano de obra y financiamiento para su comercialización.
Ese mismo año, el genovés Tomás de Castellón intentó desarrollar un ingenio de azúcar, junto con Blas de Villasante, en el Partido de San Germán (por el área de Añasco), utilizando la mano de obra de los indÃgenas (taÃnos y caribes). Sin embargo, no se logró por problemas financieros entre Castellón y la Corona. La producción del azúcar requerÃa de muchos recursos y destrezas que dominaban en un principio los genoveses, los canarios y los portugueses. Por las muchas operaciones que conllevaba la producción y la exportación del producto, se necesitó contar con financiamiento adecuado y suficiente, además de capital inmóvil.

La industria azucarera en el Caribe vino a depender de la mano de obra esclava, siendo esto la clave del éxito. No solo en la parte financiera, sino en la elaboración, ya que esta tarea la aprendieron los esclavos que habÃan llevado a Europa desde Africa, y se le les hacÃa conocido el trabajo. Por lo que la producción corrÃa con mayor velocidad.
En 1528, la CompañÃa Welser de Augsburgo en Alemania, obtuvo autorización del Rey Carlos V de llevar esclavos africanos a Las Indias, incrementando el tráfico hacia esta ruta. Y ya en el 1530, se vendÃan esclavos a Puerto Rico a 60 y 70 castellanos.
Según estadÃsticas hechas por el Gobernador Lando, en 1531 habÃa 1,523 esclavos africanos en Puerto Rico; 369 colonos blancos; y 473 indios libres encomendados, encontrándose la mayorÃa de los esclavos en la jurisdicción de Sa nJuan. Este dejó documentado en el 1534 que:
"...la isla está tan poblada que apenas se ve la gente española sino negros."
En 1546, el tesorero Juan de Castellanos le escribe al Rey Carlos V informándole que ha prestado 6,000 pesos del tesoro real para el fomento de dos ingenios, pero denunció que un grupo de españoles viajaron a México y Perú, llevándose a sus esclavos para trabajar en las minas. Luego de esto, calculó que quedaban en la Isla solamente 80 jefes de familias. Por tal razón, propuso que se autorizase la introducción de más esclavos africanos para suplir la mano de obra que necesitaba para los ingenios.
Asà sucesivamente, año tras año, por décadas, y hasta siglos, se continuó con el tráfico de esclavos africanos a la Isla. No tan solo por la excusa de la necesidad de mano de obra, sino porque esto representaba un comercio que generaba mucho dinero entre las partes envueltas, en lo que se habÃa convertido un gran negocio. Tanto asÃ, que en el 1713, el Rey Felipe V, celebró un asiento con los ingleses para introducir 144,000 esclavos en las colonias españolas, por un periodo de 30 años. Y en el 1760, bajo el mandato de Carlos III de España, Miguel Uriarte obtuvo una licencia para introducir 15,000 esclavos en Las Antillas. Sin embargo, a pesar de todo este tráfico de esclavos, ya habÃa muchos dueños que les habÃan concedido su libertad, y otros la habÃan comprado por sà mismos.
(Ver además Abolición de la Esclavitud en Puerto Rico en el siguiente enlace:)
Según un censo preparado por el Mariscal de Campo de Puerto Rico, General Alejandro O'Reilly, quien habÃa sido nombrado por Carlos III, preparó un censo en 1765 que sumó una población total de 44,883 personas. De éstos, 39,846 eran blancos, pardos y morenos libres; y solo 5,037 eran esclavos. Este censo ofrece un dato muy importante porque muestra que la población libre era de mayor crecimiento que la esclava.
BibliografÃa
Estudios Sociales 4. Ediciones Santillana, Inc., Guaynabo, PR. 2014.
Greelane
Miller, Paul G. Historia de Puerto Rico. Rand Mc Nally & Company, Chicago IL. 1922.
Pico, Fernando. Historia general de Puerto Rico. Ediciones Huracan, Inc., San Juan PR. Novena edicion, 2004.
Puerto Rico: Historia, geografÃa y sociedad. Ediciones SM, Cataño PR, Edición revisada y ampliada, 2018.
Roa RodrÃguez, Manuel; Manuel Angel GarcÃa Parody y Cristina del Moral Ituarte. GeografÃa e historia de España y los paÃses hispánicos. Ediciones Didascalia, Madrid/ Barcelona, España. 1977.